Una vez más, AmnistÃa Internacional aprovecha las fechas navideñas para despotricar en contra de los videojuegos. Tras leer esta noticia y el correspondiente informe (PDF) en su página web, no podemos hacer otra cosa que concluir que son unos completos ignorantes en este tema.
En primer lugar, se nota a las claras que quien ha escrito esto no ha jugado demasiado a ningún videojuego. Pero más allá de esto, las conclusiones que extrae AmnistÃa Internacional son totalmente aberrantes.
Entre otras cosas, AI carga contra el sistema de autorregulación de la industria, el PEGI (Pan European Game Information), que está funcionando de forma excelente y es ámpliamente aceptado tanto por las empresas como por la prensa y los propios videojugadores. Se hace un comentaro sobre las imágenes descriptivas que indican por ejemplo si se trata de un juego violento, de terror, lenguaje soez, etc (podéis verlas en la página de PEGI). En concreto, dicen que algunas personas no saben interpretar estos sÃmbolos correctamente. Pues qué quieren que les diga, que se lo hagan mirar, porque más descriptivos es difÃcil hacerlos.
De todos modos, lo que me alarma es la insinuación que hace AmnistÃa Internacional sobre las empresas distribuidoras y editoras de videojuegos:
es obvia la limitación que supone que las empresas que, legÃtimamente, tienen el interés de vender productos en el mercado de videojuegos sean a la vez las que tengan que garantizar los derechos de los menores.
Poco menos que acusa a las compañÃas de hacer una valoración por edades inadecuada, cuando se ha demostrado sobradamente que PEGI es un sistema que funciona, y lo hace precisamente gracias al compromiso de informar, principalmente a los padres, por parte de estas empresas.
Por otro lado, AI sigue en su informe narrando cómo envian a una niña de nueve años a comprar el videojuego «Scarface, el precio del poder«. Aquà tengo que decir varias cosas. La primera es que, una persona mÃnimamente responsable, no le hubiera vendido este juego a la niña, pero de esto no tiene ninguna culpa el videojuego, sino la persona que lo vende, y en este sentido sà se deberÃa actuar: bajo ningún concepto deberÃa venderse un videojuego a una persona que no cumpla los requisitos de edad que recomienda el código PEGI. Da igual que exista o no exista una ley al respecto: simplemente se trata de ética.
Pero no es ésto lo que más me ha llamado la atención, sino que… ¿de verdad la gente de AmnistÃa Internacional cree que una niña de 9 años querrÃa comprarse un juego de este tipo? En serio, ¿lo han pensado un momento? Esta niña JAMAS se hubiera comprado ese juego por propia voluntad. No saben siquiera cuáles son los gustos de los niños, y van pregonando de salvadores de la niñez. Señoras y señores de AI, en vez de obligar a esta niña a comprar ese juego para realizar su informe, deberÃan haberla dejado elegir: igual se hubieran llevado una sorpresa y quizá habrÃa elegido ella misma un videojuego apropiado para su edad, sin ni siquiera proponérselo. Pero claro, es mejor forzar las situaciones para crear alarma entre los padres y poder sacar este informe como cada año: pues ese no es el camino, sino la forma más rápida para perder la credibilidad.
Por último, y aunque sea ya algo recurrente, me gustarÃa ver a AmnistÃa Internacional preocuparse por el acceso de los menores a las pelÃculas y series no apropiados para menores. ¿Cuántos de ellos ven Perdidos, CSI, Los Serrano, pelÃculas de acción con disparos, persecuciones y muertes, pelÃculas del oeste… ¡telediarios!? Todos ellos contienen imágenes mucho más reales y crudas que cualquier videojuego. ¿Cuándo diréis algo al respecto?
Mi conclusión es que, señoras y señores de AmnistÃa Internacional, como históricamente ha pasado ya en demasiadas ocasiones, atacan ustedes aquello que desconocen. AnÃmense, háganse con algún videojuego que les guste, y juéguenlo. Quién sabe, igual les gusta y de paso entienden, como lo hacemos aquellos que jugamos a videojuegos, el por qué una niña de nueve años no comprarÃa nunca un videojuego para mayores de dieciocho.
Bueno, no es mi intención defender a AmnistÃa Internacional, pero es cierto, al menos por mi parte, que algunos de los sÃmbolos del PEGI no se entienden bien (ahora creo que ponen lo que significa debajo).
En todo lo demás, si lo que comentas es cierto porque no he leÃdo el informe, estoy de acuerdo.
Un saludo.
Buenas…
Ni me leo el informe, sabes lo que te digo ¿no?
Oigo tantas chorradas sobre los videojuegos desde que tengo uso de razón que si sigo leyendo me va a entrar al furia, pero no por jugar a videojuegos violentos si no por oir grandes tonterias.
El otro dÃa tuve que soportar a un «pavo» que me comÃa la oreja diciendome que es que los videojuegos son muy violentos, que es lo que genera que los niños sean unos gamberros, que si tal que si cual y luego me suelta que si he visto Saw, que qué gran pelÃcula… ¿como os imagináis que se quedó mi cara?
Es del palo «osea los videojuegos son la leche de violentos, pero el cine no, es decir, un GTA genera violentos pero un SAW no, amos no me j…!» XD
Y mira no le replique porque era un cliente, pero si no lo llega a ser se acuerda de mis palabras 😉
Un saludote